Concursos Literarios 2014-2022




PRIMER CONCURSO DE RELATOS Y CUENTOS CORTOS

LÁPIZ AZUL
PRIMER PREMIO

EL LIBRO MÁGICO
Había una vez un niño llamado Teo, cuando iba a visitar a su abuelo siempre le contaba cuentos El abuelo tenía todos los cuentos que le gustaban  a Teo, eran de aventuras, de monstruos, de risa, de miedo, lo que él le pedía al abuelo se lo contaba
Teo siempre miraba con asombro al libro, se preguntaba ¿Cómo puede ser que el libro de abuelo tenga todos los cuentos que le pedí?
Cuando llegó el momento de ir a su casa, el abuelo le regalò su libro mágico, pero le dijo que no lo abriera hasta llegar a su casa -¡Ahí puedes leer todos los cuentos que a vos te gustan!
Cuando llegó a su casa estaba muy ansioso por abrir el libro, fue corriendo a su habitaciòn, se sentó en su cama y abrió el libro y con asombro dijo: ¡Este libro no tiene nada! y pasó... pasó  hojas hasta que llegó al final, había una nota que decía:

"LEE EL CUENTO QUE A VOS TE GUSTE" 
Teo sonrió y se dio cuenta que el abuelo inventaba todos los cuentos que él quería.

Ivo Oberto

PRIMERA MENCIÓN 
APRENDIENDO UNA NUEVA ENSEÑANZA
Había una vez tres amigos, que un día de verano fueron de pesca a la laguna Colores.
Javier, Fernando y Lucas, que así se llamaban los amigos, la estaban pasando muy bien de repente se puso el cielo oscuro y empezó a soplar el viento muy fuerte, se escuchaban muchos truenos y una lluvias tremenda. Una de las olas que provocó el viento trajo un cofre hasta la orilla  de la laguna. 
Los chicos lo levantaron y fueron corriendo con el cofre a buscar refugio a una casa abandonada. Entraron, miraron a su alrededor y había telas de arañas y en una esquina estaba una llave. Probaron meterla en el cofre y se abrió. Contenía un libro antiguo.
Los amigos se preguntaban entre sí qué contenía ese libro   porque les había lamado la atención el título que decía "EL LIBRO CUMPLIDOR DE DESEOS" . Cuando lo abrieron este libro decía que no cumple los deseos que pìdamos para nosotros mismos, porque este libro solo cumple los deseos que pidamos para los demás. Los tres se miraron y Lucas no lo entendió.
Javier le explicó que no te cumple los deseos a vos solamente, a los demás. Lucas pidió una bicicleta y Javier le dijo qué  acabamos de decir, Fernando también quería tener su deseo hecho realidad que era poder volar.
Javier le dijo que no y los dos se enojaron y se fueron a sus casas, Javier escuchó una voz que decía, "VOS FUISTE EL ÚNICO QUE NO FUE EGOÍSTA Y TE CONCEDERÉ CUALQUIER DESEO"  y el deseo fue que sus amigos vuelvan para que estén siempre unidos, como verdaderos amigos.



Gonzalo Escudero Fux



EGUNDA MENCIÓN 


LAS LETRAS Y LOS DIBUJOS BORRADOS
Había unavez un libro llamado Pepe al que nadie lo leía. Un día, muy pero muy triste se fue a la plaza donde se sentó al pie de un árbol, miró para un costado y se encontró con otro libro. Llorando, le preguntó:
-¿Cómo te llamás?
-¡Me llamo Pepe!
-¿Me acompañas?
-¡Sí!!!!!!
-¡Caminaron muchísimo! Mientras paseaban se les iban borrando las leras y ¡también los dibujos!
-¡Qué problema- Dijo Pepe... ¡Me estoy quedando vacío!
-Yo también... ¡Qué raro! ¿Será porque ningún chico nos lee? Dijo Patricio.
Siguieron su paseo muy preocupados hasta que de repente... ¡Sorpresa! Un niño los tomó con sus manitos y ¡Los empezó a leer! Milagrosamente, las letras y dibujos de Patricio y de Pepe comenzaron a aparecer.
Al otro día estaban muy contentos porque tenían un dueño que los cuidaba y los leía. A partir de entonces, nunca más estuvieron solos porque los llevaron a la escuela, fueron leídos por un montón de chicos y nuevamente... ¡Se llenaron de felicidad!
y colorado colorín, este cuentito llegó a su fin.....

Carolina Giugge  

LÁPIZ AMARILLO
PRIMER PREMIO
GRAN TESORO
Pertenecía a una familia pobre, su madre era ama de casa, su padre herrero y ella era única hija de la familia Strott. Se llamaba Mariela, tenía ocho años, era pecosa, rubia, de ojos azules, alegre y amable. Vivían alejados del pueblo y la niña debía recorrer un largo camino para llegar a su escuela.
na tarde cuando iba a su casa le llamó la atención una enorme librería y decidió entrar. Estaba repleta de libros, nunca había visto tantos, ella solo pudo leer unos pocos en su colegio. Recorrió cada sala, maravillada y cuando llegó a la última notó que en su extremo se hallaba un libro roto y arrugado. Para su sorpresa, al abrirlo, tenía todas sus hojas en blanco; lo pensó y decidió llevárselo a la bibliotecaria. 
Mientras volvía admirando los libros susurró:
- Ojalá tuviera dinero para comprarme alguno.
En ese momento sintió sus bolsillos más pesados  y cuando los tocó estaban llenos de billetes y monedas. ¿Cómo era posible? Ella nunca traía dinero consigo, miró al viejo libro y dijo:
- Mmmmm..... quiero unos caramelos.
Y aparecieron en sus manos, ¡Era verdad, era un libro mágico!
Se acercó a la bibliotecaria y le preguntó:
-¿Podría comprar este libro, por favor?
- ¡Oh! ¿Ese libro viejo?, ya no importa, puedes llevártelo.
Mariela no lo podía creer, en sus manos tenía una máquina de conceder deseos, podía pedir una bicicleta y no tardar tanto en llegar a la escuela, podría pedir ropa de marca y o la agujereada que llevaba siempre, pero a ella se le había ocurrido un deseo que cambiaría su vida y la  de su familia. 
Llegó a su casa, se encerró en su cuarto y gritó:
- ¡Quiero estar rodeada de tesoros!
La niña esperaba estar rodeada de oro y joyas valiosas, pero lo que apareció fueron montones de libros; sin entender nada exclamó:
- ¡No! ¡Tesoros de verdad!
Y aparecieron más libros. Entonces tomó el libro y lo arrojó al piso, éste quedó abierto y Mariela logró ver que ya no estaba completamente en blanco, en él se podía leer "No te pido que comprendas, solo que recuerdes que un libro es un tesoro".
Y nunca más volvió a conceder un deseo.
Al principio no lo entendía, pero al leer esos maravillosos libros, llenos de magia, suspenso y sorpresas lo comprendió.
A la edad adulta inauguró El Ateneo, una biblioteca enorme para compartir con el mundo esas  fabulosas historias de los mejores autores; pero en su casa se guardó para sí un solo libro roto y arrugado, era su gran tesoro...
Frida Perusia 

  
PRIMERA MENCIÓN 
EL MISTERIO EN LA BIBLIOTECA
Había una vez una biblioteca abandonada en la que siempre los vecinos escuchaban ruidos extraños y gritos.
Un buen día ellos decidieron reunirse para llamar al detective Dorumotuc, que en internet se decía que era el mejor.
El señor llegó urgentemente para tratar de investigar los espantosos ruidos  que se oían según los vecinos.
- Hola, muchas gracias por venir tan rápido- Dijo el intendente Enzo.
- ¡Por favor es mi trabajo! ¿Cuál es la biblioteca?
- Esa señor: Agregó uno de los vecinos.
- Gracias, empezaré a investigar.
El detective, al subir el primer escalón, sintió un poco de miedo al ver una sombra que pasó. Ésta le dijo: - ¡Vete de aquí, no vas a solucionar nada! 
- Yo... yo soy muy valiente
- Vete, no te queremos.
- No me importa voy a entrar igual
Intentó ingresar pero estuvo difícil, fue por eso que tuvo que romper la puerta que estaba engrampada y rodeada con cinta.
Al fin logró entrar, vio una biblioteca entera, primero pensó que los ruidos  y las voces podrían ser fantasmas. pero no veía ni escuchaba nada.
Recorrió todo el lugar tratando de ver en la oscuridad, pisando bien antes de dar un paso y con sus manos quitando  las telarañas el camino.
Tomó un libro de poesías y lo comenzó a leer, luego agarró otro, así hasta que se leyó todos, pero cuando se dio cuenta  le había faltado uno, lo quiso agarrar y se abrió una puerta secreta, por donde bajaba una escalera con alfombra roja.
Se asomó lentamente y vio una tonelada de  libros bailando, festejando, todos contentos, nadie se dio cuenta que había  una persona en el salón secreto, salvo el más chiquito de los libros, llamado Ivo, que estaba en un rincón llorando, porque los demás lo despreciaban por su altura.
El librito dio la voz de alarma, pro nadie lo escuchó.
Dorumotuc se quedó unos minutos observando los festejos y pensó cuál sería el motivo de esa fiesta.
A todo esto el señor, en su descuido, no se dio cuenta que la puerta se había cerrado. Podría haber sido un problema cuando quisiera salir de allí.
Cuando éste se da cuenta, comienza a forcejear la cerradura, mientras Ivo corría de una punta a la otra de la sala, avisando a sus compañeros que había un intruso entre ellos.
Pedía que no o dejaran salir porque de esa manera la gente del pueblo se iba a enterar que allí estaban ellos y no querían ser leídos por nadie.
Intentó tantas veces que no pudo abrir la puerta, hasta que recordó que para entrar lo hizo con un libro. Entonces comenzó a buscar un libro inmóvil en el estante.
Cuando estaba buscando ve uno de los libros viejos que lo miraba fijamente. 
Entonces el detective preguntó:
- Hola señor ¿Usted me puede decir cuál es el motivo de la fiesta?
- Sí, como no, el motivo de la fiesta es que los libros no queremos ser leídos por los humanos, entonces nos leemos entre nosotros.
-Ahhhh... Otra cosa ¿Me puede mostrar la salida?
- ¡Cómo no!
El anciano le mostró la salida, mientras los demás libros pensaban en un plan para no dejar  salir al humano. Pero no se dieron cuenta que estaba escapando, menos el libro más agrandado,  Conducu, que estaba muy atento. 
Entonces comenzó a gritar:
- ¡Se escapa! ¡Ataquen!
Todos corrieron desesperados pero ya era tarde, Dorumotuc ya había salido con el anciano, hasta que el libro que hacía guardia los detuvo.
- ¿Dónde van?
- Yo salgo y él se queda- Dijo el detective.
- Bueno, pase, pero este señor se queda- Dijo el guardia señalando al anciano.
El detective logró salir antes de que los demás libros lo alcanzaran. Cuando llegó a la plaza donde la gente lo esperaba dijo: - Señores, señoras, niños y niñas; encontré la solución de los ruidos de la biblioteca abandonada. Lo que ahí adentro sucede es que los libros tienen vida y no quieren ser leídos por nosotros, hacen fiesta de lectura.
- ¡Hay que convencerlos de que nos dejen leerlos porque nosotros tenemos ganas de aprender y disfrutar los cuentos.- Dijo uno de los vecinos.
- ¡Sí!!!! - Gritaron todos y marcharon hacia la biblioteca.
Inmediatamente salieron todos los libros al escuchar el pedido de la gente y uno dijo: - ¿Ustedes nos dejarán que les contemos nuestras historias?
- Sí!!!!!- Gritaron todos.
El intendente se paró en las escaleras y ordenó: - ¡Desde este momento esta fecha será declarada día e lectura. Arreglaremos la biblioteca!
Y desde entonces libros y personas vivieron felices para siempre.

Micaela Romero


SEGUNDA MENCIÓN 
EL MUNDO DE LOS LIBROS
Había una vez un lugar llamado "El mundo de los libros" en donde vivían muchos tipos de libros y  entre todos ellos estaba Diccionaria, ella era hermosa, bella, elegante, fina y se creía la mejor de todos los libros que habitaban ese maravilloso  lugar.
Todas las mañanas salía a caminar e iba al gimnasio porque decía que si no estaba en forma se volvería gorda y fea.
Un día caminando por las callecitas del vecindario, Diccionaria, se encontró con Enciclopedia a quien llamaban "Tapa Dura" pues decían que ella poseía en su interior el mayor de los conocimientos Diccionaria en lugar de alegrarse y saludarla con simpatía, se puso muy mal pues tenía muchos celos de Enciclopedia, y con mucha arrogancia le dijo que ella, cuyo nombre era Diccionaria, era la más en todo,... en la belleza... en la elegancia... en la delicadeza... y lo que la volvía más sobresaliente , es que era la única en todo el "Mundo de los Libros" que tenía tanto conocimiento entre sus páginas.
Tapa Dura, la enciclopedia, que era muy bondadosa y solidaria, dejó de lado todo lo que le dijo Diccionaria y le ofreció su amistad y cariño, pro ésta le decía  y repetía constantemente:
.¡NO! ¡NO! y ¡NO! yo soy la mejor y ni vos ni nadie me supera.
Enciclopedia, con voz muy dulce y delicada le contestó:
- Tal vez podés tener el mayor conocimiento pero lo que más vale es ser bueno con los demás. El que es bondadoso, el que comparte y el que no se cree mejor en todo es en definitiva el mejor.
Diccionaria quedó muy sorprendida y en ese momento se dio cuenta  de lo mala que estaba siendo ella y ya nunca más se creyó la mejor, ni fue arrogante, y con gran alegría aceptó la amistad de Enciclopedia. 
Ahora se las ve todas las mañanas caminando y charlando de letras perdidas entre los laberintos misteriosos del "Mundo de los Libros"
Danila Comugnaro



LÁPIZ VERDE
PRIMER PREMIO
UN SUEÑO PLASMADO EN LETRAS
Manuel era un joven de 17 años que iba a 6º año de una escuela secundaria y vivía en las afueras de un pueblo ubicado en el centro de la provincia de Córdoba. Era un chico bastante diferente a sus compañeros: estudiaba con gusto para aprender y no para aprobar o sacar buenas notas, como también volcaba todo sus saberes en las evaluaciones para que sus calificaciones ronden los 6-7, pasando desapercibido de las críticas de sus compañeros que tanto le importaban y lo calificarían como "nerd", "sin vida" y adjetivos similares. Pero lo que más le preocupaba era su pasión por los libros, lo que no estaba para nada aceptado por toda la escuela (sin incluir  a los profesores, por supuesto) y  menos por sus compañeros que  pasaban todo el día con la computadora y celular, sin pensar por un segundo en un libro fuera de las exigencias escolares. De esto él no podía hablar demasiado, ya que Manuel no era el típico antisocial que generalmente trae aparejado su gusto por leer, estudiar y escribir, sino que equilibraba su vida: utilizaba una parte de su tiempo libre para relaciones sociales y tecnología y la otra parte para sumergirse en el mundo literario que tanto le encantaba pero que no podía compartir ni mencionar a sus compañeros, no se animaba a hacerlo. Una de las cosas para corregir en las actitudes de su vida, era su inmadura debilidad por los pensamientos de los demás.
Él soñaba con confeccionar un libro que sea reconocido por la gente; poder mostrarle al mundo sus historias y disfrutar que las lean. Sentía que defraudaba a los libros de la biblioteca porque los escondía bajo llave cuando invitaba a su amigo a su casa. "Libros, libros. La tecnología de hoy los reemplaza, todo el mundo lo dice. Pero yo me rehúso  a dejarlos, a no dejarme llevar por sus encantos" es uno de los tantos pensamientos que se le cruzaban por la cabeza.
Un día se animó  a publicar anónimamente en un blog sus historias, convocando por ese medio a todos los alumnos de la escuela (incluído él, para no levantar sospechas). Todo el secundario hablaba de esa   misteriosa persona: amaban sus secretos y novelas y hasta algunos leían también los libros recomendados por Manuel en aquel blog secreto. La intriga por saber  quién era se volvía cada vez más grande, hasta que una tarde él dejo su computadora en su banco imprudentemente con el blog abierto, un compañero lo vio y lo difundió haciendo que la escuela se entere. Como consecuencia, empezaron a decir que Manuel era hipócrita por no mostrarse como es, que "se hacía el canchero, the wild boy, el rebelde" y no era tan así.
Casi inmediatamente Manuel empezó a notar que lo aislaban, hablaban mal de él y se sintió muy triste y desanimado "¿Por qué me hacen esto?  ¿Por qué tengo que ser como todos para que me acepten?" pensaba y plasmaba sus sentimientos en escritos y escritos, hasta que se le ocurrió una idea. Dedujo no ser el único en esa situación: alguien en el mundo (mejor si es en su país) tendría que estar pasando por lo mismo o algo parecido, por lo que decidió utilizar las tecnologías para encontrar a esas personas... y lo logró. Eran 10 personas de distintos puntos del país. Luego de conversar y conversar entre ellos, compartir sus vivencias, gustos y sentimientos, Manuel comenzó a sentirse mucho mejor. Juntos idearon un proyecto cuyo objetivo era promover la lectura (considerado casi imposible) pero con optimismo.
Comenzaron a reunirse periódicamente a leer y escribir historias, formando una asociación literaria juvenil: con mucho empeño, motivación y perseverancia, llevaban libros escritos por ellos casa por casa en donde había un estudiante regalándoselos con la propuesta de que luego de leerlos, escribieran la historia contraria por más ridícula que sonara; pagándoles cierta suma de dinero por hacerlo y otra más alt si estaba bien hecho (sí, de alguna manera había que incentivar a los chicos de hoy, conociendo la realidad actual y aprovechando que le sobraban los recursos económicos) Para grata sorpresa, la mayoría se prendió a la idea y al leer libros sin darse cuenta enriquecieron su vocabulario, se formaron mejor como personas, definieron sus gustos y comenzaron a ser mejores escritores y alumnos.
Los efectos empezaron a notarse más y asociaciones grandes se interesaron por estos jóvenes: muchas empresas se fusionaron como ellos formando una mega empresa llamada "El imperio del libro" que se hizo famosa  y tuvo mucho éxito   promoviendo la lectura y escritura de distintas maneras a jóvenes y también a adultos, que poco a poco fueron interesándose por lo libros y demandando cada vez menos dinero hasta llegar a pagar ellos por los libros (siempre que podían) ayudando a esta mega empresa. El país estaba muy orgulloso de lo logrado por un simple joven pueblerino con un recurso tan simple y a la vez tan rico como lo es un libro.
Al ver esto y sumado a la culpa y arrepentimiento, los compañeros de Manuel y arrepentimiento, los compañeros de Manuel le pidieron perdón por haberse  burlado y él aceptó sus disculpas, sin rencor alguno: había logrado, después de todo, cumplir el sueño de mostrarse como es y brindar sus talentos, así como también terminó el secundario y dedicó toda su vida a escribir como presidente de "El imperio del libro". Paulatinamente los libros ganaron mucha más importancia que antes, el nivel de educación y producción literaria adolescente subió tanto que superó el doble de los índices esperados en la década, solo por iniciativa de aquel chico que pensando en los demás no logró cambiar el mundo pero sí su provincia y poco a poco su país.
La tecnología y los libros no está enfrentados,  sino que van de la mano. Sin la primera, Manuel no habría logrado contactar a personas en su misma situación y sin los libros no habría adquirido vocabulario, ideas para volcarlas en obras literarias con las cuales pudo modificar una realidad juvenil que parecía tan arraigada e imposible de combatir como también solidarias.
"Por que leer es combatir la ignorancia. es soñar, imaginar proyectar, aprender y abrirse al mundo. Y porque un libro es vid, juventud, inspiración y futuro."
Rocío Giugge  

PRIMERA MENCIÓN 
TODO ES POSIBLE



      Me desperté lentamente, gracias a los rayos de sol que se colaban por mi ventana. Había mucho silencio, y eso se me hizo extraño. Miré mi reloj, que marcaban la 7:30, y me dispuse a levantarme. Saqué una remera que decía Mía, mi nombre, y fui al baño a vestirme. Me detuve frente al espejo, con mi delgado cuerpo, para observar lo parecida que soy a mi madre Sara, aunque sus rasgos son mucho más suaves y delicados que los míos. Peine mi cabello castaño oscuro, dejándolo caer sobre mis hombros, lave mi cara, aplique un poco de maquillaje y me vestí. Me dirigí a la cocina, y al entrar me encontré con mi mamá leyendo un libro muy raro para mi gusto, sus hojas se veían viejas y amarillentas y despedía un extraño aroma a flores silvestres.
     Tomé una taza, para comenzar a preparar mi desayuno, y mientras lo hacía, le pregunte donde lo consiguió, a lo que me respondió que una señora de una librería se lo regaló, diciéndole que hay que promover la lectura, y que los libros traen felicidad.
     Hice caso omiso, pues yo pienso que para ser feliz hay que dejar ir a las cosas que nos entristecen, y ella está aferrada a una de ella desde hace casi ya 5años, la muerte de mi papá.
      Ese día se pasó rapidísimo, y al llegar  la noche me encontré con una mamá muy distinta a la habitual, sonreía, cantaba mientras cocinaba y hasta usaba ropa colorida que hacía mucho no se la veía puesta. En ese momento si bien me alegré mucho no pude comprender lo que sucedía y cuando se lo pregunté a ella sólo me miró y sonrió.
    Ya acostada, no me podía dormir ante lo raro de este suceso y fui a la cocina en busca de un vaso con agua donde  encontré  el raro libro sobre la mesa despertándome una sensación muy inquietante que se apoderó de mí… ¿Qué hago ahora?... ¿Lo leo, o lo dejo en su lugar?...
     Movida por un impulso inexplicable,  lo tome ansiosamente. Corrí a mi habitación, me desplomé en mi cama, y rápidamente comencé a leerlo.
     Me metí demasiado rápido en la historia, la que se remontaba en el siglo XVll, y narraba  la vida de Teodora, una joven de 17 años, positiva, y delicada, que debió  mudarse a un pueblo pequeño, por elección de sus padres. Ya instalada, renauda sus clases en una escuela nocturna,  y es ahí donde conoce a un apuesto, pero misterioso joven. Una serie de sucesos hacen que Teodora desconfíe de Feliciano, y comience a investigarlo y llegar a descubrir que aquel chico que  llena su alma de luz y su estómago de mariposas se trata nada más ni nada menos que  de un vampiro.
      Allí comenzó una lucha de sentimientos contradictorios que se apoderaron del corazón de  Teodora, semejantes a los que sentía yo misma por mi gran amor Santino, el chico “emo” de 6º “D” , me apresuré a leerlo para llegar a saber que pasaba con esta gran historia de amor con la que me sentí muy identificada.
     Al terminarlo, una parte de mi estaba emocionada porque Teodora y Feliciano lograron vencer todos los obstáculos y terminaron juntos, pero por otro lado me sentí decepcionada, porque se acabó demasiado  rápido.
     En ese momento mi mamá golpea mi puerta avisándome que el desayuno estaba listo, miré el reloj, marcaba las 7:00 de la mañana, no lo pude creer. Nunca me  creí capaz de poder haber leído tanto en una noche y teniendo en cuenta que la lectura nunca me había interesado antes.
     -“Este libro realmente me atrapó”-Me dije a mi misma- y una sensación de inmensa felicidad se apoderó de mi alma y me llenó de fuerzas para luchar por el amor de Santino sin que me importara el resto del mundo. 
     Me incorporé rápidamente y con una energía descomunal en mí me dispuse a empezar el día.
     Al llegar a la cocina mi mamá, Sara, me miró asombrada y me preguntó que sucedía y con una sonrisa similar a la que ella me dedicó la noche anterior la miré y le dije: - Pasó por mi vida el libro “Todo es posible”.  Y comencé a contarle la historia que me había atrapado  toda la noche y que resultó ser muy distinta a la que había leído ella.
     Por un instante nos miramos sin entender lo que sucedía, lo tomamos y lo abrimos descubriendo que sus páginas se encontraban en blanco y fue allí cuando  descubrimos que este libró tenía el poder mágico de adaptar la historia  de sus páginas a las necesidades e intereses de cada persona que lo leía, y así  curar viejas heridas, dar esperanzas, sanar corazones rotos e iluminar la vida  de quien se atreva a leerlo.
     Desde ese día una de las misiones que me he propuesto es hacer llegar “TODO ES POSIBLE”  a cada persona que me rodea y convertir así a este mundo en un lugar maravilloso y feliz.-


“Un buen libro es aquel que se abre con expectación y se cierra con provecho.
Un  libro es un espejo: sólo se ve en él lo que uno ya lleva dentro.”

   Irina Comugnaro
Valentina Monge
Rocío Cejas



LÁPIZ NARANJA
PRIMER PREMIO
EL FIJADOR DE SUEÑOS
Cuentan que hace mucho tiempo, en lo que hoy conocemos como el centro sur de la provincia de Córdoba, un joven cacique pampa despertó sobresaltado en su toldería, ubicada a orillas de una gran laguna. El joven líder de la parcialidad pampa de los muturos, había tenido acaso el sueño
más extraño de su vida: había soñado que era un pecarí, un chancho de monte; de los muchos que habitaban en la zona. Se había visto con el pelaje áspero, de color café pardo oscuro, y unos grandes colmillos que se afilaban cuando abría y cerraba su boca. Tan impresionado había quedado con tan vívido sueño, que decidió que debía hacer algo para tenerlo siempre presente. Entonces, recordó que el cacique de los ranqueles tenía en su cuello un colgante con los colmillos de un chancho de monte, que había cazado para el banquete de la festividad del sol.
“Si tengo ese trofeo, jamás olvidaré mi sueño. Cada vez que lo vea, recrearé mi vida de pecarí, corriendo en manada por la pampa”; se dijo el joven cacique y se aprestó a robar el collar. Claro que pensaba que tomar a escondidas el colgante no era una decisión muy noble, pero tan poco lo era sacarle el colmillo a un animal por el sólo hecho de conseguir un trofeo; además, necesitaba tanto recordar su sueño que no lo dudó. Con mucho sigilo, y unos pocos hombres que lo acompañaron en
su aventura, apareció en la noche de las tolderías vecinas. Cuando todos dormían, se arrimó despacio y tomó el colgante que estaba acomodado al lado del cuero de vaca, que hacía las veces de cama del cacique de los ranqueles. Observó que tenía al menos una decena de collares, por lo que pensó que robarle uno no sería gran cosa. Se acercó despacio y tomó el colgante. Los demás hombres, lo esperaban afuera, a unos 15 metros, con los caballos listos para emprender la huida.
Era proverbial la braveza de los ranqueles. Meterse en la toldería del cacique a robarle aunque más no sea un collar era una empresa que requería más locura que valentía. Cuando el joven ladrón se apresuraba a salir de la toldería, el cacique ranquel se despertó. De un golpe de vista entendió la escena. Se levantó, tomó su lanza y empezó a correr al joven cacique pampa gritando: “¡Ucacha!, ¡ucacha!”; voz quechua que significa “ladrón de cosas pequeñas”. Para fortuna de nuestro soñador, la puntería del ranquel no fue lo precisa que solía ser y su lanza se asestó en un algarrobo. Resbaladizo como una tararira, el ladrón corrió zigzagueando hasta llegar a su caballo. Saltar, subir y verse galopar junto a sus compañeros fue todo un solo acto. No miraron atrás hasta no sentir que el agua de la gran laguna que lindaba las tolderías de su comunidad mojaban las patas de sus caballos.
“Ucacha”, como todos llamaron al joven cacique pampa desde aquel momento, se metió en su toldería con el collar en su mano. Lo colgó de una horqueta de tal modo que pudiera apreciarlo todas las mañanas al despertar y así recordar su sueño de pecarí. Sin embargo, su aventura no le propició tantas alegrías como hubiera deseado. Al poco tiempo, el cacique Ucacha soñó que era un cisne de cuello negro; otro día que era un puma; y otro que era un astuto zorro gris. Así, cayó en la cuenta de que no podía robar objetos para recordar todos sus sueños, y lo que es peor, jamás encontraría la forma de vivir todas las vidas, de ser todos los animales que quisiera aunque más no sea por un momento.
Con su desventura a cuestas, y el sabor amargo que provoca pensar la finitud del hombre, el cacique Ucacha se dirigió a la toldería del “manchi”, el brujo y curandero de su tribu, para pedirle un consejo o algún brebaje que le quitara este mal. Ante la atenta mirada del chamán, le explicó que
quería fijar los sueños, recordarlos por siempre, vivir miles de aventuras, volar con la velocidad del “huayra” ( el viento para los quechuas), ser uno y ser todos.
Para su sorpresa, el “manchi”, que era el más viejo de la tribu, le dijo que existía un fijador de sueños. Cuando había estado cautivo de los hombres blancos, el “manchi” había visto que tenían un objeto al que llamaban “libro” y que allí guardaban sus secretos, sus sueños, las historias que
no querían olvidar jamás. El joven cacique pampa comprendió así que podía tener una manera de atesorar las vivencias, de objetivar sus fantasías, de vivir todas la vidas... Con la corteza del chañar, el caldén y el algarrobo formó una suerte de pergamino; y con las plumas de un alas coloradas redactó sus sueños en un perfecto quechua.
Al poco tiempo, la tribu del cacique Ucacha tuvo en su poder tal vez la biblioteca de leyendas más grandes de los pueblos originarios. Todavía hoy hay quienes la buscan. Dicen que está enterrada cerca de las lagunas que rodean los poblados del centro sur de Córdoba.
FIN 
Mauricio Doliri


Primer Concurso de Relatos y Cuentos Cortos
Tema: “Los libros”

El Centro Educativo Comandante de Marina Martín Guerrico y la Cooperativa Escolar “Unidos Triunfaremos” convocan a participar del 1º Concurso de Relatos y Cuentos Cortos. El mismo, tendrá como tema " Los libros ", y está dirigido al público en general.
El plazo de recepción de los trabajos vence el 5 de setiembre.

Este concurso pretende que los escritores desarrollen una idea, usen su imaginación, y  la expresen  en una narración, que sean originales y que lo disfruten.

Bases del Concurso

Tema

El tema del
1º Concurso de Relatos y Cuentos Cortos es “Los libros”el único límite está librado, solamente, a la creatividad del participante.
Participantes
Pueden participar todas las personas que lo deseen, cualquiera sea su nacionalidad y su edad.
Categorías:
·          Categoría Lápiz Rojo: alumnos de Enseñanza Inicial (Jardín de Infantes)
·          Categoría Lápiz Azul: alumnos del Primer Ciclo de la Escuela Primaria (EGB)
·          Categoría Lápiz Amarillo: alumnos del Segundo Ciclo de la Escuela Primaria (EGB2)
·          Categoría Lápiz Verde: alumnos de la Escuela Secundaria
·         Categoría Lápiz Naranja: mayores de 18 años.                         
Trabajos
Los trabajos deberán ser
 originales e inéditos, no publicadas en ningún tipo de formato ni total ni parcialmente (incluido Internet), no premiadas o pendientes de fallo en otros concursos o a la espera de respuesta en un proceso editorial. 
Sólo se aceptarán trabajos enmarcados en la temática propuesta.

Lugar y plazo de presentación de los trabajos
El plazo de presentación de las obras se cerrará el viernes 5 de setiembre de 2014. Después de esta fecha ningún trabajo será aceptado.
Los trabajos deberán ser entregados en el establecimiento educativo Cdte. de Marina M. Guerrico de lunes a viernes de 8:00
a 17:30 hs.
Requisitos para la presentación de los trabajos
Deberá presentarse:
- Dos (2) copias del trabajo. El mismo tendrá una extensión máxima de seis (6) carillas y podrá acompañarse con dibujos o ilustraciones si se desea, firmado con un seudónimo.
- Los datos del autor en sobre separado con el seudónimo elegido. Dentro del mismo se agregarán los siguientes datos: título del cuento, nombre y apellido del/de la autor/a, fecha de nacimiento, Nº de DNI, domicilio, teléfono y, en caso de poseer, dirección de correo electrónico.
En un sobre papel madera tamaño A4 colocar el cuento y el sobre con los datos. No olvidarse de dibujar en cada uno de los sobres un lápiz con el color de categoría correspondiente.
Ganador
Un jurado realizará la elección de un cuento por categoría. El resultado se dará a conocer el jueves 18/09/2014.
Las obras  ganadoras serán editadas y participarán de la expo-feria con sus correspondientes menciones.

Consultas                        
 0353-154128936  /  0353-154089670

2022

Ganadores del Segundo Concurso de Relatos y Cuentos Cortos

Lápiz Rojo:      "Mi barrio" Jardín Gral. José de san Martín

Lápiz Azul:       "Manos a la obra" de Juan Ignacio Ponce Filippa 

                         "Tienda tenebrosa" de Emma Ojeda Guzmán

Lápiz Amarillo: "La noche de la luna roja" de María Emilia Della Mea

                         " La leyenda de la laguna" de Valentina Picco

Lápiz Verde:      " Pueblo Fantasma" de Octavio Ruggeri

                          "Los amantes" de Sofía Marconi

Lápiz Naranja:   "El patio de la abuela" de Evangelina Ferrero


"MI BARRIO"

Nuestro barrio sur es muy grande y decidimos junto a la seño salir a recorrerlo.

Caminamos por sus anchas calles de tierra, con cuidado porque los autos y muchas motos también circulasn por ellas. 

Pero una característica de este barrio es caminar por las calles y no por las veredas.


Mientras paseábamos miramos las casas, algunas chiquitas, otras grandes, de varios colores, algunas con flores, árboles y niños jugando en el frente. 


También nos encontramos con sitios baldíos donde hay perros que quieren jugar con nosotros y algunos caballos comiendo pasto. Es muy común ver estos y otros animales en el barrio.

Llegamos al lugar más importante para nosotros, nuestro jardín ¡San Martín, San Martín! (como siempre cantamos cuando nos vamos a casa) por que allí aprendemos jugando, desayunamos y sobre todo compartimos momentos muy lindos y otros no tanto (berrinches, enojos, miedos) pero sabemos que siempre están las seños para abrazarnos y nuestros amigos para acompañarnos. 


Nuestros vecinos son los chicos de la escuela grande ¡los de guardapolvo blanco! Con los que sabemos compartir charlas, algunos caramelos o frutas que nuestros hermanos o amigos  nos pasan por el tejido cuando salimos al patio y ¿saben qué?  su escuela se llama como nuestro jardín "Gral. José de San Martín"

Continuamos caminando y llegamos a la "Plaza 25 de Mayo", es hermosa, tiene un gran mástil en el medio,mucho verde, flores, juegos y dos monumentos: Malvinas y Manuel Belgrano.

Siempre, los fines de semana, nos reunimos allí con  nuestras familias o amigos y mientras los grandes toman mates, nosotros corremos, jugamos, damos vueltas en bici, en fin, nos divertimos. 


También en  nuestro barrio tenemos la policía, el hospital, una farmacia, la gomería del Richard, que siempre nos arregla las pinchaduras de la bici y muchos negocios de gente conocida que nos saludan cuando pasamos por ahí o vamos a comprar.

Y así es nuestro barrio sur, cada vez más grande, lindo, con gente simpática, vecinos que siempre saludan y están dispuestos a ayudar.

Qué lindo es vivir en Ucacha y en el barrio sur pero lo más lindo es venir todos los días al jardín. 



Sala de 5 años. 
Jardín de Infantes "Gral. José de San Martín"

"MANOS A LA OBRA"

En un pueblo muy chiquito hay una plaza, que se llama Plaza del Avión.

Una vez, a la noche, una de las cuatro hamacas comenzó a moverse muy fuerte, este rumor fue pasando de boca en boca entre los vecinos hasta llegar a enterarse todo el pueblo.

Un grupo de chicos de tercer grado, una noche, se escondieron detrás de un árbol esperando hasta las 3 de la madrugada y pudieron ver cómo la hamaca comenzó a moverse sin que nadie la estuviese usando.

Los chicos asustados corrieron cada uno a su casa, contaron a sus padres lo que vieron. Los padres los escucharon atentamente y fue así que se pusieron manos a la obra a limpiar la placita, pintar las hamacas, colocaron más juegos y un día invitaron a todos los chicos del pueblo a hacer un pic nic.

Desde ese día la hamaca no se movió más, quizás llamaba la atención porque la plaza estaba muy abandonada.

Hoy, en ella, juegan muy felices un montón de niños. 

Juan Ignacio Ponce Filippa


"TIENDA TENEBROSA"

Había una chica llamada María Victoria, ella vivía en un pueblo muy chiquito. Siempre jugaban con sus amigas en la plaza y también iban a hacer compras.

Un día fueron a la tienda del barrio, pero cuando entraron se asustaron mucho porque había arañas, monstruos y brujas colgadas desde las estanterías.

Antes de que dieran un paso más, Juan, el hijo del dueño vestido de dragón, los asustó más de lo que estaban. Pero dijo: - ¡Hola! Bienvenidas a mi cumple.

Carla titubeando respondió: -¡Ah! es tu cumpleaños. Por eso la tienda se ve tan tenebrosa, la temática era asustar a los clientes de tu papá.

Juan, sonriendo debajo de su disfraz gritó: - ¡Lo logré!. La idea era convertir la tienda de papá en la Tienda Tenebrosa del barrio.

Fue así que las niñas corrieron en busca de un disfraz para festejar el cumple de Juan y a cada cliente que entraba lo asustaban.

Desde ese día, todos los años María Victoria y sus amigas iban y festejaban el cumple de Juan adornando la tienda como una Tienda Tenebrosa.


Emma Ojeda Guzman


"La noche de la luna roja"

En un pueblo llamado "Ucacha" pasan cosas muy raras, como aquel día en que se cayó un vaso sin que nadie lo tocara o cuando ves monstruos caminando por las noches, ¡son horribles! dientudos, peludos, con largas orejas y lo peor es que cuando los ves te recorre un escalofrío por todo el cuerpo. Pero hoy no hablaremos de monstruos sino de lo que me pasó una de esas noches en aquel pueblo.

Para comenzar a contar la historia deberán saber dónde ocurrió aquel suceso, fue en mi casa.


Ahora que tienen una idea de la casa en la que ocurrió, comenzaré a contarles.

Aquella noche volvíamos de dar una vuelta por el centro y visitar a los artesanos. Yo me había comprado algunas cosas; cuando llegamos a casa nos alistamos para dormir y puse mis cosas arriba de la cucheta en la que dormía. Estaba a punto de dormirme y escucho a mi hermana decir:

- ¿Qué haces?- me preguntó y no sabía a lo que se refería, luego me dijo:

- ¿Por qué te subis arriba de la cucheta?

- ¿Qué? ¡Yo no me subí allí! - le respondí.

- Debió ser una alucinación, dijo, y se durmió. Yo estaba aterrada, el hecho de saber que podía haber algo arriba mío me asustaba; pasó un rato y no me pude dormir, mientras estaba boca arriba en mi cama vi unos ojos, ¡salté de la cama! y vi una niña pálida con ojos y pelos negros, desordenados. Me asusté mucho y salí corriendo mientras eso me perseguía. Pasé por el pasillo, luego al living y de ahí al patio. Miré hacia arriba y la luna era roja, voltée y era ella, la pequeña niña, estaba en la puerta con una sonrisa de punta a punta ¡yo estaba aterrada! De pronto escuché a mi perro que le ladraba, fue justo ahí que las luces de la casa se prendieron ¡eran mis padres que venían a ver por qué ladraba el perro!

La niña desapareció en un instante, mis padres venían hacia mi, preocupados y me preguntaron qué había pasado, por qué estaba allí. Cuando se los conté no me creyeron y me mandaron a dormir.

Desde aquel día tengo miedo a lo que este pueblo me pueda estar preparando para un futuro cercano... los monstruos y espíritus que habitan en él, estoy segura...

¡Ahh! y me olvidaba contarles que ahora duermo con una muñeca para sentirme más segura  durante las noches.

Emilia Della Mea




“La leyenda de la laguna“ 

 En aquel pueblo hace mucho tiempo vivía el joven llamado Racay, uno que se había enamorado perdidamente de la joven Mayne, la hija del cacique. 

 Una peste invadió la tribu y Mayne enfermó gravemente, todos decían que moriría ya que no estaba en ese lugar la cura milagrosa que la salvaría.

 El cacique pidió ayuda a los hombres de la tribu para conseguirla… 

El único que se ofreció fue Racay. Este caminó horas y horas, cuando él ya se sentía mal, cansado, hambriento, se arrodilló en frente de un amplio pozo y le rogó a los dioses Ucuchas conseguir la cura para su amada, ellos accedieron, pero pusieron su condición, que Racay aceptó, ése sería su último día con vida. 

 Murió, lentamente se desvanecía y sus lágrimas de amor formaron una laguna con el agua curativa que necesitaba Mayne para seguir con vida. 

 Cuenta la gente del pueblo que así nació la bella laguna que se encuentra en el Club Alas Coloradas.

 Valentina Picco

Pueblo fantasma

Soy Emma Erm, detective policial. Vengo a contar el caso “Pueblo Fantasma”. Era casi empezando primavera cuando mis superiores me dieron a investigar y resolver un caso de suma importancia, resolver ese caso podría cambiar mi vida y la de mi hijo. Los datos principales eran que el pueblo estaba sin población, sin servicios y sin comunicación con pueblo vecinos. En las últimas tres semanas se habían reportado cuatro casos de familias que iban de viaje y se hospedaron en ese pueblo, los testimonios relataban que había mujeres y niños habitando casas abandonadas y mataban animales salvajes que se acercaban al pueblo. Si el pueblo no tenía población, servicios y comunicación alguna se me daba la hipótesis de que podían llegar a ser familias nómades que estaban cerca y al encontrar ese pueblo vacío lo decidieron ocupar. ¿Todo bien hasta ahí no? Bueno, aquí va lo raro. Las familias nómades de un día para el otro desaparecieron. Solo había un cartel pintado en medio de la plaza con sangre diciendo “No vengan si no saben lo que ocurre, a menos que la luna despierte y el sol la encuentre.” A mí ver era muy metafórico, me quedaba por pensar que era un grupo de locos sueltos que estaban de pasada y decidieron hacer estragos en ese lugar que a veces puede llegar a dar miedo con solo saber que está ubicado ahí.

Ya para la noche estaba muy cansada de tanta investigación, pero todo lo que me quedaba era peor. Mañana muy temprano tendré que partir hacia ese pueblo, planeaba dejar a mi hijo con mi amiga Nora por unas semanas o meses, no sé muy bien cuando volveré. Arropé a mi hijo, rezamos juntos como todas las noches y le prometí volver antes de su cumpleaños, el cual era en dos meses. Al llegar al pasillo tuve un mareo, el piso se movía, las paredes me miraban y las puertas susurraban, estaba tan aturdida que no podía escuchar lo que decían. Me arrastré hasta mi cama y al recostarme en ella un fuerte zumbido en mis oídos sonó. Era muy intenso que hasta se me habían entumecido las piernas, estuve así por seis minutos o hasta que me dormí. Me desperté eran las 06:45a.m. Quería quedarme aunque fuera una hora más durmiendo pero debía llevar a mi hijo a lo de Nora e ir a ese maldito pueblo fantasma, ya lo estaba odiando. Dejé a Martín en lo de mi amiga y empecé mi viaje, un viaje infernal. El pueblo estaba a dos horas de Counterville, la ciudad en la que vivo, iba a ser un viaje no tan cansador pero si quizás abrumador ya que había unas nubes sobrecargadas de lluvia. Veamos si dios me quiere mucho o no.

Llevaba seis horas viajando y todavía no había encontrado el pueblo. Lo único que veía era carretera y más carretera, me estaba preocupando bastante, me había adentrado al ojo de la tormenta, los refucilos hacían que el cielo sea blanco y los truenos eran sumamente ruidosos, pegaban estampidas que dejaban negro el suelo. Estuve dos horas más manejando cuando un rayo impactó a unos dos kilómetros de mi ubicación y apareció una antena de comunicaciones, una muy alta y muy brillosa. No había señal por esa zona, entonces ¿por qué habría una antena en mitad de la nada funcionando, siendo que era imposible comunicarse por esa zona? ¿Acaso hay un pueblo cerca? Estaba tan sorprendida que por un momento pensé que estaba soñando hasta que vi el pueblo, lo que tanto estuve buscando por ocho malditas horas apareció frente mío por un rayo. Si hubiera sabido me traía un llama rayos y lo usaba. A ver, que digamos el pueblo en muy buenas condiciones no estaba, no era el lugar ideal para venir a hospedarte con tu familia pero tenía un cierto tipo de aire motivador, era tranquilizante. Prefería irme a Miami antes que esperar a que caiga un rayo para encontrar este pueblo. Analicé el pueblo y me pregunté seriamente: ¿Tendrá algún tipo de nombre? No había visto ningún cartel cuando estaba llegando, solo vi la antena que de hecho estaba… ¿Y la antena? ¡¿A dónde había ido la antena que apareció en frente mío?! Debía haber estado alucinando, aunque había un problema, no había traído mis pastillas. Sin la medicación no podía estar mucho tiempo allí. A menos que de la nada apareciera una farmacia y vendiera esas pastillas. Principalmente lo que tenía que encontrar era un lugar para poder dormir, de hecho lo necesitaba. Estaba realmente cansada después de esas ocho frustrantes horas de viaje. Hice doscientos metros cuando en un abrir y cerrar de ojos me había topado con la plaza, obviamente todavía seguía el cartel pintado con sangre, lo analicé y me dio escalofríos, la sangre por lo menos no parecía humana pero aun así era tétrico. Alrededor de la plaza había negocios, una iglesia y casas de dos pisos, obviamente todo estaba vacío y al punto de casi desmoronarse. Yo soy muy católica por lo que decidí adentrarme a esa tétrica y oscura iglesia, quizás si rezaba un poco me iba a sentir acompañada, aunque no lo viera solo necesitaba la sensación de que no estaba sola. Había una vela tirada, era nueva y nunca había sido prendida. No sé para qué la agarré si no tenía ningún encendedor. La mantuve en mi mano por si acaso. Empecé a rezar hasta que un fuerte viento empezó a levantarse, entonces decidí rezar más fuerte y rápido. Terminé la oración, dije “Amén” y todo se calmó. Decidí seguir buscando un refugio. Ya a pocos pasos de la puerta de la iglesia escuché una voz, tenue, pero había escuchado claramente “¿Por qué no rezas un poco más?”. Decidí detenerme, armarme de coraje y responder: “¡Muéstrate!”. Las puertas de la iglesia se cerraron en mi cara y todas las velas se encendieron, menos la que tenía en la mano. Me asusté demasiado por lo cual tiré la vela en mi mano y… se encendió. En un abrir y cerrar de ojos, apareció un niño.

-          ¿Por qué tiras lo que te protege?- dijo el niño con voz ronca.

-          ¿Quién eres y que haces aquí? ¿Dónde están tus padres?- levanté mi cabeza para ver su cara, oculta por una sombra.

-          ¿Ya te olvidaste de mí?- encogió sus hombros y despareció.

¿Qué había pasado? ¿Tenía alguna explicación eso? Pues yo no le encontraba ni lógica. Además. ¿Se suponía que conocía a un niño con una sombra en la cara? Tenía problemas mentales pero no eran tan graves como para llegar al grado de hablar con un muerto, o bueno, eso parecía. Las puertas de la iglesia se abrieron y no lo pensé ni dos segundos, me quería ir de inmediato. Ya era de noche. Encendí mi linterna y empecé a buscar mi camioneta. Estuve caminando por horas y no la encontraba. Me empecé a desesperar, necesitaba mi medicación de inmediato. Era en lo único que pensaba, no tenía cabeza para pensar en ninguna otra cosa. Seguí caminando hasta el punto de arrastrarme, hasta que me topé con un callejón sin salida pero el callejón era raro, de hecho éste tenía una luz verde muy brillante al fondo. Decidí seguirla para entonces llegar a ella y encontrarme una farmacia. Suponía que no había ninguna farmacéutica atendiendo por lo que revisé mis bolsillos en busca de mis lentes para ir leyendo el manual de remedios, si no estaban mis medicamentos al menos algo similar habría. Revisé mi bolsillo derecho interior de la campera y encontré un papelito. Era de Martín. “Ma, cuídate mucho y espero que vuelvas para mi cumple, no olvides tu medicación. Te guardé unas pastillas en la guantera del auto. Te quiero mucho. No me olvides nunca.” Por un lado estaba feliz de que mi hijo se haya acordado de mí y se haya preocupado lo suficiente como para dejarme unas píldoras en la guantera, pero lo último. Era raro ¿Por qué él diría eso? Yo nunca me había olvidado de él, ni en la salida de la escuela. En todo momento, hasta en los más extremos, solo pensaba que si completaba mis misiones lo podría volver a ver. Al lado del papel estaban mis lentes. Me los puse y empecé a buscar. Deseaba con toda mi alma que este pueblo fantasma al menos tuviera una farmacéutica o un médico, me hubiera facilitado bastante el trabajo de buscar. Terminé de leer el manual y alguien tocó mi espalda.

-          ¿La puedo ayudar en algo señora?- dijo con voz encantadora y una sonrisa de oreja a oreja.

-          ¿Trabajas aquí?- me dí vuelta para ver su rostro.

-          Sí. Soy Ana. ¿No me recuerdas Emma?- ladeó su cabeza y siguió sonriendo.

-          ¿Ana? ¿No estabas muerta? Vi tu cuerpo en la morgue. De hecho cerré tu caso hace un mes-.

Justamente estaba pensando en ella. Ana era mi vecina. Habían pasado tres años de que ella se había recibido de farmacéutica. Hacía dos semanas que había entrado a trabajar en una farmacia del centro. Tuvo la mala suerte de haber atendido un criminal que buscaba metanfetamina. Era un criminal buscado, se drogaba y mataba. En el último mes había matado cinco señoritas y dieciséis niños. Su método era esperar que salieran del colegio, facultad o trabajo. Secuestrarlos, llenar de químicos los cuerpos (hasta deformarlos) y luego enterrarlos en el patio de su vecino. Ana por motivos legales le respondió que no podía venderle ese tipo de cosas a un ciudadano. El criminal al ya estar drogado obviamente no reaccionó de la mejor forma. La encontramos muerta a las afueras de Counterville. Yo misma estuve presente en su autopsia y vi su cuerpo todo deformado. En algunas partes solo quedaban huesos. Nada de piel.

-          ¿Tan rápido te olvidas de tus amigas? Seguramente no tomaste tu medicación. La necesitas. ¿Verdad?- pregunta Ana con voz aterradora.

-          No Ana. No es lo que crees. Estoy teniendo alucinaciones, seguramente no eres real.- dije fingiendo una sonrisa.

-          No sabes mentir. Martín tenía razón. Ya nos olvidaste.- dijo con lágrimas de sangre cayendo de sus vasos sanguíneos oculares.

En ese punto ya me daba por muerta. No me había percatado que Ana no tenía ojos, sino cuencas oscuras. Muy profundas. Las luces empezaron a parpadear. Mi corazón se salía por mi boca. No podía moverme, tampoco hablar.

Recordé el día en que Martín nació. Yo había entrado en labor de parto. Vivía sola, no tenía esposo ni padres. Había un hospital a unas cinco cuadras. Cuando llegué al hospital no había nadie. El pasillo era extenso  y oscuro pero había algo al final. Una luz. Al llegar a ella había una silla de ruedas. Me senté en ella y empecé a gritar hasta que un médico aprendiz que estaba de guardia me escuchó y ayudó.

Hasta el día de hoy me sigo preguntando ¿Por qué pensé justamente en eso? Fue la peor decisión que pude haber tomado en ese momento que era de vida o muerte. Mi panza empezó a inflarse, me dolía la espalda y sentía que me desgarraba. No tenía la opción de escapar por lo que empecé a gritar, muy fuerte. Ana se asustó demasiado y desapareció. Yo no aguantaba el dolor hasta que las luces se normalizaron y apareció un bebé en el suelo. Para ese entonces con la aparición del bebé, mi tremenda panza de embarazada había desaparecido. Tomé el bebé en brazos y lo llamé Simón. El bebé no gritaba, su cuerpo estaba frío. Por lo tanto lo di por muerto. Lo envolví en una bolsa que había sobre el mostrador y lo dejé en la bodega de la farmacia.

En ese momento mi nueva misión era encontrar mi camioneta, tomar mis pastillas e irme de ese horrible lugar. Por un extraño motivo todos los sucesos hicieron que no necesitara mi medicación era como si me hubieran tranquilizado. Esos sucesos solo me traían pesadillas y malos recuerdos del caso “691”. En simples palabras. En un pueblo muy alegre, lleno de niños y adultos hasta que un loco se escapó de una cárcel, cercana al pueblo, y asesinó a casi todos. Salí de la farmacia con mi nueva misión en mente y tomé camino rumbo a la plaza. Todavía seguía oscuro por lo que tuve que encender mi linterna nuevamente. Al llegar a la plaza vi niños jugando al fútbol. Esta vez los niños tenían rostros. Me acerqué y les pregunté:

-          Niños ¿Qué hacen tan tarde jugando en la plaza?

Los niños se rieron y empezaron a susurrar entre ellos. Hasta que un rubio, al parecer el líder de todos, se acercó hacía mí.

-          Señora ¿Usted está bien de la cabeza?- dijo vacilante.

-          Sí ¿Por qué lo preguntas?- dije muy enojada.

-          Es de día. Levante su cabeza y verá que la luna ya despertó y el sol ya la encontró.

Esa frase. Era la del cartel.

 Octavio Ruggeri


Los amantes

 

Cómo bien se sabe, todas las cosas que inician van a tener un final en algún punto de la vida. Pero hay ciertas excepciones en las que el universo decide ser gentil al ver que no merecen terminar, por ejemplo, la historia de los amantes del pueblo.

 Ellos eran simples jóvenes que disfrutaban de lo que normalmente llaman, la mejor etapa de sus vidas. Jóvenes que anhelaban confesar al mundo el amor que emanaba de sus cuerpos a cada segundo que veían al contrario, pero al mismo tiempo, sus corazones y sus mentes les traicionaban al generarles el temor del que dirían las personas del pueblo si se llegaba a saber ese amorío privado y secreto que mantenían, tratando día a día de ser lo menos obvios que les fuera posible en los tiempos en los que debían estar juntos.

 Su amor era algo que debía estar prohibido a la vista de varias personas, y para muchas otras era algo que debía celebrarse sin miedo o vergüenza alguna ya que era algo realmente hermoso, esas personas eran las que les daban pequeños alientos para que su amor pudiera ser confesado al resto. Pero a pesar de eso, sus corazones se mantenían aterrados de los prejuicios que había sobre su estilo de amar, el cual a pesar de ser muy bello, era también uno de los más juzgados.

 Solo las calles del pueblo eran testigos del cariño que había entre ambos, puesto que solo podían amarse cuando las personas no miraban. A pesar de que estaban conscientes de que el día en que ya no lo podrían ocultar ni un segundo más llegaría de una vez por todas, trataban de que se retrasara lo máximo que fuera posible.

Ante los ojos de la comunidad eran simples amigos, pero nadie sabía de lo que eran testigos las estrellas y la luna cada noche, nadie conocía el amor que se expresaban mutuamente de forma secreta día a día y noche a noche. Eran varias los momentos en los que el cielo lloraba para ocultar el sufrimiento de ambos amantes que era producido por tener que ocultar una de las cosas que más felices los hacía, el amor mutuo que se tenían. Pero aunque no negaban que el tener que ocultarlo se les hacía muy complicado, ellos disfrutaban de cada segundo que podían pasar juntos como si este fuera el último que se les fuera a permitir, después de todo, eran jóvenes que deseaban expresar libremente y sin temor el amor que mantenían con su pareja, no había mucho que se les pudiera decir más que admirar el amor tan profundo que gozaban y disfrutaban.

 Y aunque eran pocos los que sabían de este romance oculto, la verdadera pregunta es ¿cómo fue que tanto tiempo de afecto y cariño, se arruinó en un período tan corto de tiempo? ¿Qué fue lo qué sucedió para que tal amor se diera a conocer de una forma tan grotesca y abrupta como sucedió con ellos?

 Para comenzar a desarrollar este relato de forma correcta se debería de contar todo desde el inicio, es decir, desde que ambos cruzaron la primera palabra.

Ambos se encontraban en la fiesta de cumpleaños de una de sus compañeras de la escuela, ambos eran amigos de la cumpleañera aunque pertenecían a distintos grupos de amigos, por lo que sería la primera vez que se verían, y presentándose de la mejor forma posible, iniciaron la primera de muchas conversaciones que les esperarían.

 - Hola. –dijo con una pequeña sonrisa él.-

 - Hola. –Mencionó ella, sonriendo de la misma forma.-

 - ¿Tú nombre es?

 - Crystal ¿el tuyo?

 - Daniel, es un placer conocerte.

 - Dijo  lo mismo, he oído un par de cosas de ti.

 Y así con una sonrisa burlona en el rostro de ella y una leve risa por parte de él, fue como inició la primera conversación antes mencionada, pero, con el detalle de que la cumpleañera se encontraba a pocos metros de distancia con una gran sonrisa surcando su rostro mientras que se encontraba estallando de felicidad por el ansiado encuentro de dos de sus amigos, que finalmente se había concretado. A cierto punto de la fiesta decidieron marcharse para poder hablar de una forma más amena y sin tantas interrupciones como las estaban teniendo en ese lugar, luego de que transcurrieran pocos minutos ellos ya se encontraban en la plaza central del pueblo, agradecían que las calles y la plaza estuvieran poco transitadas, estaban acostumbrados a que en el pueblo los chismes surgieran demasiado rápido cuando simplemente de dos personas caminando juntas se trataba. Mantuvieron una cálida conversación por un par de largas horas que para ellos fueron apenas cortos minutos, habían disfrutado tanto la compañía del otro que no notaron que el tiempo estaba transcurriendo de forma veloz. Debido a que no faltaba mucho tiempo para que el sol comenzara a iluminar las calles con sus rayos llegaron al acuerdo de que se verían nuevamente en los días posteriores a la fiesta, intercambiaron sus números de teléfono para poder seguir comunicados y luego de eso cada quién fue a su casa para poder descansar al menos un par de horas.

 Y aunque hubiera parecido una simple coincidencia de que se llevaron bien al instante, uno de ellos había quedado totalmente ‘’flechado’’ por el contrario, por lo que se le hizo muy difícil poder conciliar el sueño esa noche ya que en su mente no se dejaban de reproducir en forma de bucle todos los recuerdos que  habían quedado guardados de esas horas en las que estuvieron juntos. Al día siguiente ambos despertaron ya siendo mediodía, no fue sorpresa para ninguno de ellos, pero mientras Crystal recordaba con una sonrisa la noche anterior, Daniel miraba atentamente su teléfono, dudando en si enviarle un mensaje a la chica que estaba alterando todos sus sentidos o si esperaba un par de días más para así quizá no parecer tan desesperado, finalmente, luego de haber estado dudando por varios minutos, comenzó a escribirle un mensaje.

 Sin que hubiera pasado demasiado tiempo, ella ya tenía una notificación en su teléfono, siendo esta un mensaje que aguardaba por una respuesta. Y estaríamos mintiendo si dijéramos que él no se encontraba ansioso por que su mensaje fuera respondido y ella mucho más ansiosa al no saber qué hacer, solo podía mirar la pantalla de su teléfono y leer y releer aquella notificación una y otra vez, sin que ninguna palabra se apareciera en su mente para al menos no tener que dejarlo en visto y no parecer interesada, porque si somos totalmente sinceros, estaba mucho más interesada de lo que ella había supuesto.

 Finalmente le contestó un par de horas después, pensando en que si le hubiera contestado antes, posiblemente se habría visto muy desesperada por la atención del chico así que aunque fue una tortura, esperó un poco para luego continuar con su rutina del día a día. Unos minutos después su teléfono volvió a sonar, alertándola de que había recibido un nuevo mensaje, se apresuró a ver este para saber si era el que ella deseaba, emocionándose cuando notó que si lo era, contestándole a los segundos e iniciando una nueva conversación. Pocos minutos después ya habían organizado cuando sería el siguiente encuentro, quedando en que lo harían luego de que ambos hubieran terminado sus actividades diarias.

 Pocos meses después los más cercanos a ellos ya sospechaban que no eran solamente amigos ya que afirmaban sentir la conexión que tenían y aunque lo negaran y supieran disimular ante otros, había personas que los conocían demasiado bien como para creerse las mentiras que ellos les decían para tapar el inicio de su pequeño romance. Aunque lo que nadie esperaba era qué al poco tiempo de que ambos hubieran iniciado su relación, comenzaran a recibir mensajes extraños que sonaban demasiado a amenazas, Crystal comenzó a tener miedo en el momento en que comenzó a recibir mensajes los cuales le hacían saber que estaba siendo observada.

 Todo el tiempo trataban de convencerse de que solo debían ser personas que les estaban haciendo pasar un mal momento a modo de broma, pero una de muy mal gusto. Pero cuando notaron que las semanas de acoso se volvían meses, ambos comenzaron a sentirse asustados y Crystal estaba comenzando a llegar a su límite, había comenzado a sufrir ataques de pánico debido al miedo que le generaba toda la situación y con el paso de los días sus recaídas eran más frecuentes, se preguntaba a diario si acaso estaba mal que ella se sintiera amada, si merecía estar pasando por todo esto, y algo que le hacía sentir peor es que aunque ella no quería, le habían dado poco más de una semana para separarse de Daniel si no quería que cosas peores de las que ya estaba sufriendo le sucedieran a ella y a su entorno. Sin ver otra solución, tuvo que terminar su relación, rompiendo el corazón de la persona que más amaba y sin que este supiera que había sido amenazada para hacerlo. Ambos entraron en un oscuro pozo donde sus sentimientos estaban siendo aplastados por el odio y la envidia de otras personas del cuál era muy difícil que llegaran a salir y se recuperaran al máximo. Ya ahora todo el pueblo sabía del romance que habían tenido y las amenazas se habían frenado, hasta el día en el que Daniel recibió la noticia que le daría el golpe más fuerte que alguna vez había podido sentir. Crystal estaba desaparecida hacía ya una semana, no tenían ningún tipo de rastro de ella y la policía tampoco se esmeraba mucho en ayudar. Al instante de saberlo, Daniel se ofreció a ayudar de cualquier forma, porque a pesar de que ya no tenía relación alguna con ella, aún era quién le había dado el amor que siempre había soñado con sentir hacia alguien.

 Desde que la noticia había salido a la luz, la investigación no se había detenido en ningún momento, hasta que esta finalmente tuvo su fruto, la policía le informó a la familia de Crystal que posiblemente habían encontrado una de las prendas con las que ellos describieron a la chica el último día en la que la habían visto. Lastimosamente la prenda coincidía con la que ella había tenido puesta, podía ser solo una coincidencia pero las pruebas de A.D.N. confirmaban que si le pertenecía a ella. Semanas después de que se hubiera encontrado su ropa, encontraron su cuerpo sin vida, semidesnudo y ya en estado de putrefacción, los vecinos ya habían reportado el olor nauseabundo que rondaba en el lugar por lo que con ciertas sospechas se encargaron de ir a revisar, encontrándose con la esperada desgracia.

 Daniel y la familia de Crystal estaban inconsolables, las lágrimas caían una detrás de otra por sus rostros, algunos ni notaban que estaban llorando debido al shock que todavía estaban pasando, la situación claramente llamó la atención de el resto de los vecinos del pueblo, comenzando así a surgir nuevos chismes, todos falsos claramente. Pero Daniel aún no lo entendía ¿por qué alguien como ella tuvo que sufrir eso? ¿Habría sido por su culpa? ¿Fue por esto que ella había querido darle fin a su relación?

 Todos esos pensamientos le carcomían la cabeza, haciendo que a cada segundo se culpara de lo sucedido a pesar de que todos le afirmaban una y otra vez que no lo era, pero él seguía insistiendo en que sí. Poco a poco y con el pasar de los días, Daniel comenzó a caer en una profunda depresión, el pensar que había perdido a la persona que más había amado en su vida, solo le quedaban los recuerdos que había formado con ella. Muy pocas veces se lo volvió a ver salir de su casa, la depresión lo estaba consumiendo y parecía que nada podía salvarlo y menos siendo que él mismo no se dejaba ayudar.

 Cuando sus amistades quedaron en pasar a su casa a saludarle, no pudieron sentir más que pena por él, desde que Crystal había sido encontrada muerta él no había mejorado ni siquiera un poco. Ellos entendían la situación pero tampoco iban a permitir que su amigo siguiera estando así, día a día estaba más deteriorado y desarreglado, desde ese día, nada había quedado igual a como antes lo era.

 Los momentos que pasaba con sus amigos le ayudaban a distraerse un rato de todo lo que sucedía, pero cuando volvía a estar sólo las recaídas volvían a aparecer , siendo estas una gran destrucción del mundo que conocía, volviendo a hundirse entre lágrimas y de vez en cuando, alcohol.

 Finalmente, la preocupación volvió a aparecer el día en el que ya no encontraron a Daniel y para días después encontrar su cadáver en el baño de su casa, con una navaja manchada en sangre en su mano derecha y su muñeca izquierda bañada igualmente de sangre, muchas volvieron a quedar en shock por la situación, otros comenzaron a decir que por fin había vuelto a reunirse con su amada, recorriendo pacíficamente las calles del pueblo y quedándose en los lugares en los que acostumbraban verse.

 Ahora las calles eran custodiadas por los amantes de pueblo, quiénes no permitirían que algo como lo que les había sucedido volviera a suceder, no permitirían que nadie más volviera a sentirse presionado, no permitirían que un amor como el de ellos se aruinara.

Sofía Marconi

EL PATIO DE LA ABUELA

 Los patios han sido testigos por años de la historia familiar pueblerina. Cuántos de ellos albergan historias de generaciones enteras y mi querido Ucacha lo tiene a él, el patio de mi abuela.

En ese grande y hermoso patio transcurrió gran parte de mi humilde, pero feliz infancia. Lo recuerdo todavía con esos aromas y colores como si ella siguiera ahí, cobijándolo con sus grandes manos.

El limonero en una esquina, seguido de los naranjos y mandarinos, que cubrían con su sombra gran parte de tierra para pasar el caluroso verano. Sentados allí abajo en banquitos improvisados con baldes, nacieron las mejores historias de amor, picardías y viajes, que aún recuerda mi memoria.

Nunca faltaban las plantas medicinales que todo lo curaban. Té de laurel con azúcar quemada para la tos, té de orégano para el dolor de panza y aloe vera para las raspaduras.

 La soga para tender la ropa, improvisada con un alambre que cruzaba de este a oeste.  Y en el centro, el colchón de margaritas perfumando todo con su aroma, se entremezclaban con los blancos cabellos de mi abuela.

Allí se sentaba Doña Emilia y había magia, toda junta, en el mismo lugar.  Mi abuela era una mujer simple, de corazón gigante y con una sonrisa perfecta. Siempre con una calma, de esas que ya no quedan. El patio de mi abuela era mi refugio.

Ese patio fue testigo de grandes recuerdos familiares. Vio crecer a nueve nietos y dos bisnietos. Fue centro de reunión durante muchas Navidades, donde la abuela agasajaba a sus invitados con ravioles caseros, hechos con acelga cosechada en él.

Allí me enseñó a cultivar plantas y en sus latitas de café vacías armaba mis propios plantines que luego salía a vender por el barrio. 

 Allí nos sentábamos a compartir largas horas de charlas con su mate enlozado blanco con flores.  Cuántos patios habrá en el pueblo como el de mi querida abuela, contando anécdotas de generación en generación. Cuántos abuelos estarán en este momento disfrutando de ver jugar a sus hijos y nietos en el césped. Cuántas familias guardaran secretos y risas en sus verdes jardines.

 En mi memoria queda la mirada repleta de amor y dulzura con la que mi abuela contemplaba su patio y nos veía a nosotros, esas miradas que hoy, un poquito, se perdieron. Quizás porque el ritmo de vida nos lleva a andar tan de prisa que nos olvidamos de lo importante­, de mirar con amor, de disfrutar en el patio un mate calentito con la abuela, de sentarse un ratito a escuchar las palabras del otro.


                           Evangelina Ferrero


Segundo Concurso de Relatos y Cuentos CortosFoto: La Cooperativa escolar "Unidos Triufaremos" de la escuela Comandante de Marina Martín Guerrico, conmemora sus 30 años y y la 20° EXPO-FERIA del Libro. Los invitamos a compartir y difundir este mensaje.

Tema“El Pueblo”


Foto: La Cooperativa escolar "Unidos Triufaremos" de la escuela Comandante de Marina Martín Guerrico, conmemora sus 30 años y y la 20° EXPO-FERIA del Libro. Los invitamos a compartir y difundir este mensaje.

El Centro Educativo “Comandante de Marina Martín Guerrico” y la Cooperativa Escolar “Unidos Triunfaremos” convocan a participar del 2° Concurso de Relatos y Cuentos Cortos. El mismo tendrá como tema: “El Pueblo” y está dirigido al público en general.

El plazo de recepción de los trabajos vence el 21 de octubre de 2022

Este concurso pretende que los escritores desarrollen una idea, usen su imaginación y la expresen en una narración, que sean originales y que lo disfruten.

Bases del Concurso

Tema:

El tema del 2° concurso de Relatos y Cuentos Cortos es “El pueblo” y el único límite está librado, solamente, a la creatividad del participante.

Participantes:

Pueden participar todas las personas que lo deseen, cualquiera sea su nacionalidad y edad.Foto: La Cooperativa escolar "Unidos Triufaremos" de la escuela Comandante de Marina Martín Guerrico, conmemora sus 30 años y y la 20° EXPO-FERIA del Libro. Los invitamos a compartir y difundir este mensaje.

 

Categorías:

·         Categoría Lápiz Rojo: alumnos de Enseñanza Inicial (Jardín de Infantes)

·         Categoría Lápiz Azul: Alumnos de Primer Ciclo de la Escuela Primaria

·         Categoría Lápiz Amarillo: Alumnos de Segundo Ciclo de la Escuela Primaria

·         Categoría Lápiz Verde: Alumnos de la Escuela Secundaria.

·         Categoría Lápiz Naranja: Mayores de 18 años

 

Trabajos:

Los trabajos deberán ser originales e inéditos, no publicados en ningún tipo de formato ni total, ni parcialmente (incluido internet), no premiado o pendiente de fallo en otros concursos o a la espera de respuesta en un proceso editorial.

 

Sólo se aceptarán trabajos enmarcados en la temática propuesta.

 

Lugar y plazo de presentación de los trabajos:

El plazo de presentación de las obras se cerrará  el viernes 21 de Octubre de 2022. Después de esa fecha ningún trabajo será aceptado.

Los trabajos deberán ser entregados en el establecimiento educativo Cdte. de Marina Martín Guerrico, de lunes a viernes de 8.00 a 17.30 hs.

 

Requisito para la presentación de los trabajos:                                                                                      

Deberá presentarse:

-          Dos (2) copias del trabajo. El mismo tendrá una extensión máxima de cinco (5) carillas y podrá acompañarse con dibujos o ilustraciones si se desea. Debe estar firmado con un seudónimo.

-          Los datos del autor en sobre separado con el seudónimo elegido. Dentro del mismo se agregarán los siguientes datos: título del cuento, nombre y apellido del/de la autor/a, fecha de nacimiento, N° de D.N.I., domicilio y teléfono.

 

En un sobre papel madera, tamaño A4 colocar el cuento y el sobre con los datos. No olvidarse de dibujar en cada uno de los sobres un lápiz con el color de la categoría correspondiente.

 

Ganador:

Un jurado realizará la elección de un cuento por categoría. El resultado se dará a conocer el 04/11/2022.